miércoles, 29 de julio de 2015

Hipotermia y encefalopatía hipoxico-isquémica.

Se estima que la encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI) afecta en España entre unos 500 y 1500 recién nacidos vivos al año y lleva asociado aproximadamente una mortalidad del 65% y un daño neurológico del 30%.

La afectación hipóxica se produce en aquellos neonatos con ph de cordón o ph en la primera hora de vida £ 7 o déficit de bases ³ 16, un Apgar a los 5 min £ 5 y la necesidad de reanimación con presión positiva intermitente durante más de 10 minutos.


La hipotermia consiste en la reducción de la temperatura cerebral 3-4 ºC mediante el enfriamiento corporal total o selectivo del cerebro  que debe iniciarse durante las primeras seis horas de vida y mantenerse durante un periodo de setenta y dos horas.

Este tratamiento:


  • Disminuye el metabolismo cerebral y suprime las vias lesionales que se activan tras la ausencia de oxigenación neuronal.
  • Reduce la apoptosis cerebral.
  • Suprime la reacción inflamatoria, la liberación de glutamato, la activación microglial y la formación de radicales libres y peroxidación lipídica.
  • Mejora la sintesis proteica cerebral.
  • Preserva los antioxidantes endógenos y el N-acetilaspartato.
Liberación de sustancias en la encefalopatía hipóxico-isquémica a través de glicolisis anaerobica


Debe ser iniciado en unidades de cuidados intensivos neonatales de nivel III con ventilación mecánica, monitorización continua cerebral, cardiorrespiratoria y de la temperatura.


Beneficios
  • Disminuye la mortalidad.
  • Disminuye la incidencia (aproximadamente en un 40%) de trastornos del neurodesarrollo graves (parálisis cerebral, retraso mental, ceguera o hipoacusia neurosensorial).
  • Disminuye la posibilidad de convulsiones e infarto focal cerebral.
Efectos adversos
  • Bradicardia sinusal.
  • Arritmia.
  • Hipotensión arterial.
  • Anemia.
  • Hipoglucemia.
  • Alteración de la función renal.
  • Disfunción hepática.
  • Hipopotasemia.
  • Trombocitopenia.

Referencias

  1. García-Alix A, Martínez-Biarge M, Diez J, Gayá F y Quero J. Incidencia y prevalencia de la encefalopatía hipóxico-isquémica en la primera década del siglo XXI.  An Pediatr. 2009; 71 (4): 319-326.
  2.  Blanco D, García-Alix A, Valverde E, Tenorio V, Vento M, Cabañas F, Comisión de Estándares de la Sociedad Española de Neonatología. Neuroprotección con hipotermia en el recién nacido con encefalopatía hipóxico-isquémica. Guía de estándares para su aplicación clínica. An Pediatr. 2011; 75 (5): 341.e1-341.e20.
  3. Huang CH, Chen HW, Tsai MS, Hsu CY, Peng RH, Wang TD et al. Antiapoptotic cardioprotective effect of hypothermia treatment against oxidative stress injuries. Acad Emerg Med. 2009; 16: 872-80.
  4. Azzopardi DV , Strohm B, Edwards AD, Dyet L, Halliday HL, Juszczak E et al. Moderate hypothermia to treat perinatal asphyxial encephalopathy. N Engl J Med. 2009; 361: 1349-58.
  5.  Xiong M, Chen LX, Ma SM, Yang Y, Zhou WH. Short-term effects of hypothermia on axonal injury, preoligodendrocyte accumulation and oligodendrocyte myelination afther hipoxia-ischemia in the hippocampus of immature rat brain. Dev Neurosci. 2013; 35 (1): 17-27.

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